¡Hola a todos y bienvenidos al BlogLoc! Después de un año de preparativos, teníamos muchas ganas de presentarnos, de conoceros y de contaros las múltiples oportunidades que avistamos en este mundo globalizado donde lo local vuelve a ganar protagonismo. La aventura de poner en marcha un proyecto que combina lo local con lo global en plena pandemia ha sido difícil, pero no imposible. ¡No hay nada como tejer una buena red de profesionales y amigos!
Vivimos en un mundo en constante cambio y la Covid-19 ha acelerado ese proceso -no hay más que ver cómo evoluciona todo lo que lleva el sufijo ‘tech’ (en finanzas, salud…) y el peso que ha ganado la sostenibilidad económica, medioambiental y la gobernanza-, por eso es mejor estar preparado para afrontar la recuperación en buen estado.
Los economistas estiman que ese proceso arrancará con fuerza en España a mediados de este año y que se recuperarán los niveles de antes de la pandemia en 2022. Con esas fechas en mente, ¿nos ponemos en marcha para subirnos a la ola de la transformación sin perjudicar a nuestras comunidades o al Planeta e intentando reducir la brecha de desigualdad?
La red de socios y colaboradores que hemos tejido en este año -con apenas encuentros presenciales, aunque los que tuvimos fueron inolvidables- está lista para desplegar soluciones integrales personalizadas para que seas más eficiente. También para acercarte a la innovación, contribuir a que tu reputación sea un valor diferencial e impulsar un negocio responsable.
En este espacio encontrarás cada semana claves sobre cómo convertirte en un agente del cambio y aprovechar las oportunidades que este mundo globalizado nos ofrece porque como siempre recuerda la ‘madre’ del proyecto, Laura Alcaide, “cuando una puerta se cierra, una ventana se abre”.
En nuestro caso se cerró el mundo físico por la pandemia, pero se abrieron los mundos virtuales que nos puso en contacto a un grupo de profesionales con talento, pasión y muchas ganas de trabajar por un mundo mejor. Hoy, con el lanzamiento de la web, el la sensación de vértigo nos invade. Pero menos que la ilusión de saltar al mundo global desde lo local de nuestras comunidades.